Agencia Reforma
En las mujeres se puede acabar el periodo reproductivo pero nunca las ganas de sentir placer.
La sexualidad femenina puede ser divertida, interesante, llena de recovecos, de sorpresas, también puede ser estresante, conflictuada. Nos han dicho “Cuidado con los hombres”, “Date tu lugar” y luego no entienden porqué nos cuesta tanto trabajo estar con ellos, compartirnos, afortunadamente, en las mujeres se puede acabar el periodo reproductivo pero nunca las ganas de sentir placer.
Cuando tenemos sexo estamos más preocupadas por como lucimos que por el contacto.
Con respecto a nuestra vivencia de la sexualidad, en ocasiones, cuando tenemos sexo estamos más preocupadas por como lucimos que por el contacto. Algo que urge trabajar es la percepción que tenemos de nosotras mismas.
Antes de pensar en abrirnos para hacer el amor con otro, es necesario hacer las paces con nuestra persona, ponerle un alto al perseguidor interno que una y otra vez insiste en que debemos ser atractivas, flacas, cachondas, de pechos firmes y sonrisa permanente. Existe un libro llamado “anorexia sexual” que te recomiendo ampliamente, en él se habla de cómo los problemas de autoimagen se llevan a la cama y una vez que logramos el ideal de belleza que tanto perseguimos ya no contamos con la energía y la alegría necesarias para el disfrute sexual.
Acércate al lugar placentero que es tu cuerpo, en la medida en que te conozcas vas a tener más que ofrecer, de tal forma que puedas convertirte en una guía que ayude a tu pareja a descubrir el delicioso territorio que posees. Cuando hablamos de sexualidad no hacemos alusión sólo a lo físico, sino a tus ganas de estar, de jugar, de compartir, de crear, de sentir, de saborear el sexo. No permitas que otros te digan qué, cómo, cuándo y dónde debes sentir, descubre lo que a ti te gusta.
Un gran número de mujeres se sienten avergonzadas de la apariencia de sus vulvas, piensan que son feas o simplemente raras y esto pasa porque pocas veces las vemos, si nos fijamos nuestras orejas y nuestros pies también son raros, pero nos son familiares ya que los tenemos a la vista. Se estima que el 80 por ciento de las mujeres disfrutan más de su clítoris que de su vagina, sin embargo, hay quienes no saben dónde se encuentra éste y mucho menos que la zona genital cuenta con aproximadamente seis mil terminaciones nerviosas.
“No te des a ti, menos de lo que estás dispuesta a darle a otros”.
Aprópiate de tu equipo, aprende a apretar el músculo pubocoxígeo, has ejercicio con la pelvis para aflojarla, no te olvides de bailar, vive tu vulva como tu reino. Nancy Friday hablo alguna vez de “El jardín secreto” refiriéndose al lugar interno en el que se dan las fantasías sexuales de las mujeres, date chance de tener en él tu propio lugar y no te niegues el placer de llevar ahí a quien te plazca, a quien elijas para compartirte. Rinna Riesenfeld dice “no te des a ti, menos de lo que estás dispuesta a darle a otros”.
Busca tus espacios, date tu tiempo, cierra los ojos y toca tu piel sin miedo.
Busca tus espacios, date tu tiempo, cierra los ojos y toca tu piel sin miedo, dejando a un lado los prejuicios. Descubrirás que el tacto no discrimina. Si desconectas la cabeza y te dedicas sólo a sentir, tus manos te dirán que tu piel es suave, cálida sabrosa.
Ten presente que el placer es de quien lo trabaja.
No limites tu curiosidad sexual a la localización de tu punto “G”, o del punto prostático en tu pareja. Besa, lame, chupa, explora, siente en todo momento. Cuando se habla de que somos multiorgásmicas, tiene que ver con que tenemos la capacidad de sentir que estallamos de placer, que nuestro cuerpo se llena de sensaciones que nos inundan y nos hacen exclamar: ¡Quiero sentir más porque me lo merezco! Ten presente que el placer es de quien lo trabaja
Escrito por Lia Soriano . Pedagoga, Sexoterapeuta, Psicoterapeuta gestalt. Licenciada en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México