El Universal
Con banderas a media asta y ofrendas florales, la NASA recuerda a los astronautas fallecidos en misiones espaciales, del Apolo 1 , Challerger y Columbia, es así como esta quincena se cumple el 45 aniversario del incendio que mató a tres astronautas del Apolo 1; el noveno de la tragedia del transbordador Columbia y el 26 del desastre del Challenger.
Recuerda la Nasa sus tres peores tragedias
El 27 de enero de 1967, tres astronautas del Apolo 1 murieron en un incendio durante una prueba en la plataforma de lanzamiento; el 28 del mismo mes pero en 1986 perecieron los siete tripulantes del transbordador «Challenger», segundos después de su lanzamiento.
El 1 de febrero del 2003 fallecieron los siete ocupantes del transbordador «Columbia» cuando la nave se disponía a poner fin a lo que hasta ese momento era una exitosa misión científica.
Aun cuando significaron un duro traspiés para los planes espaciales, las 17 muertes que causaron esas tragedias llevaron a la NASA a reestructurar sus sistemas y sus normas de seguridad.
Virgil Grisson, Ed White y Roger Chafee, los tripulantes de la nave Apolo 1, murieron al desatarse un incendio en la plataforma de lanzamiento cuando realizaban una prueba de cuenta atrás y despegue.
En esa ocasión no se aplicaban muchas de las normas de seguridad que ahora deben respetarse fielmente en las pruebas y, sobre todo, en el lanzamiento real de una nave.
En la base de la plataforma no había equipos médicos ni de rescate. Tampoco se habían desarrollado procedimientos para ese tipo de emergencias y las estructuras no eran apropiadas para una operación de rescate.
La investigación que siguió a la tragedia indicó que el incendio comenzó cerca de un panel de oxígeno y el ambiente creado por el oxígeno así como la presión interna de la cabina impidió que los astronautas abrieran la escotilla del módulo.
El 28 de enero de 1986, bajo una temperatura que bordeaba el punto de congelación, las autoridades de la NASA ordenaron el lanzamiento del «Challenger».
Setenta y dos segundos después la nave estalló en el aire causando la muerte de sus siete tripulantes, entre ellos la primera maestra en viajar al espacio.
La investigación del accidente determinó que había sido provocada por la congelación de uno de los anillos de unión del cohete impulsor.
Han suspendido la partida de los transbordadores cuando la temperatura en el Centro Espacial Kennedy de la Florida baja a niveles peligrosos.
Desde entonces, los ingenieros de la NASA corrigieron esas piezas y aún así han suspendido la partida de los transbordadores cuando la temperatura en el Centro Espacial Kennedy de la Florida baja a niveles peligrosos.
El «Columbia» se desintegró en su reingreso a la Tierra como resultado de una perforación en su ala izquierda provocada por el desprendimiento de una loseta de aislamiento desde un sector del tanque externo.
La tragedia, que también se cobró la vida de los siete tripulantes, llevó a la NASA a cancelar las operaciones de los transbordadores y a retrasar la construcción de la Estación Espacial Internacional.
Esos vuelos se reanudaron cuando los ingenieros de la agencia espacial realizaron una serie de modificaciones al tanque externo para evitar una tragedia similar.