Fuente Reforma
El doctor Reyes Haro, director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, afirma que hacer ejercicio propicia un mejor sueño, que beneficia el estado físico y hasta el emocional.
“Hay relación directa entre el ejercicio y el buen dormir. El ejercicio propicia que se duerma mejor y sobre todo cuando éste se hace más alejado al tiempo en que se va a la cama, por eso se recomienda hacerlo durante el día”, asevera.
Es importante para los neurotransmisores y la producción de hormonas como la de crecimiento y las de saciedad.
“Al dormir, el organismo se restaura. Durante el sueño se restauran los músculos, tejidos y el cerebro. La frecuencia respiratoria y cardiaca disminuyen durante elsueño, y todo esto es importante para los neurotransmisores y la producción de hormonas como la de crecimiento y las de saciedad (leptina y grelina), que regulan la ingesta de alimentos”, detalla.
“Soñar es un don y una función que el cerebro debe cubrir cada noche. Hacerlo permite restaurar el funcionamiento de nuestro cerebro”, añade.
Ejercitarse por la tarde-noche no es recomendable porque el organismo se queda en un estado de alteración, pues la actividad física intensa acelera el metabolismo y el funcionamiento en general del cuerpo, aumenta el ritmo de la respiración e incrementa la temperatura, entre otras funciones que inciden para conciliar el sueño.
Tampoco funciona “aprovechar” el tiempo que se tiene al levantarse temprano debido al insomnio u otros factores que impiden un sueño mínimo de siete horas, y que muchas personas ocupan para hacer ejercicio.
Esta acción es un error porque el organismo no completa el proceso de recuperación diaria necesario que se desarrolla justamente al descansar. Además, no dormir impide esta buena asimilación del ejercicio. Dormir bien es tan importante como el entrenamiento y la alimentación.
Consejos para dormir bien:
- Dormir con ropa cómoda. Evita prendas ajustadas.
- Contar con una cama confortable y una almohada que también brinde
- confort.
- Evitar los televisores y equipos de audio, así como aparatos con
- luminosidad intensa en la recámara, para evitar estímulos que impidan conciliar el sueño o que lo alteren.
- Si hay insomnio, no acostarse durante el día.
- Tomar un baño con agua caliente ayuda a la relajación y a poder conciliar
- el sueño con mayor facilidad. Sin embargo, el efecto de la ducha varía en cada persona.
- Reducir la ingesta de sustancias estimulantes como la cafeína o nicotina poco tiempo antes de dormir.
- Cenar ligeramente.
- Evitar beber líquidos por la noche para no interrumpir el sueño por la necesidad de ir al baño.
- Hacer ejercicio conforme a la edad y condición física ayuda a dormir mejor.
- Propiciar que la recámara no sólo sea un espacio cómodo, también agradable a la vista y al oído.