Agencia Reforma
Sin importar que sean programas de contenido educativo o valores, los papás deben ser muy cuidadosos al exponer por mucho tiempo al pequeño a la televisión, señala el doctor en educación Jesús Amaya Guerra.
Estos programas, animados o con personajes de carne y hueso, se han popularizado en los últimos años, porque apuestan por un desarrollo integral del niño, ya que potencian la socialización, enseñan artes y manualidades, mejoran las habilidades cognitivas e impulsan el desarrollo de hábitos sanos.
«Gracias a ellos aprenden el vocabulario, las palabras y les enseñan inglés. Este proceso es extraordinario, hay elementos que se pueden aprender de ellos, por lo cual pueden ser auxiliares», dice el también catedrático de la UDEM.
El experto afirma que varios estudios han encontrado una correlación muy alta entre ver series como Plaza Sésamo, Go, Diego, Go! o Dora la Exploradora, entre otras, y la adquisición de conocimiento en chicos en etapa preescolar.
Pero a pesar de los datos favorables, es importante saber que no es viable basar el proceso de aprendizaje en ellos, especialmente en el caso de los menores de 2 años, a quienes no se les aconseja que vean televisión.
Lo mejor es que sea solamente una hora al día.
Para Amaya lo más conveniente es que los padres regulen el tiempo que pasa el pequeño frente a la TV, y al sobrepasar esta edad, lo mejor es que sea solamente una hora al día.
«Yo recomiendo que los bebés vean un programa como Plaza Sésamo, que es muy bueno, pero no hay que dejarlos más de 30 minutos frente a la pantalla, dejarlos más es demasiado», advierte.
También sugiere que mamá o papá se sienten al lado de sus hijos a ver el programa juntos, para orientarlos y discutir lo que ocurre, especialmente si son programas que implican valores.
Añade que el uso excesivo de computadoras, tabletas, consolas y smartphones a una edad temprana puede repercutir en hiperactividad, déficit de atención, sobrepeso y obesidad, por eso no se debe convertir a estos aparatos en una especie de «nana».
El catedrático señala que el desarrollo de la tecnología está rápidamente sustituyendo la interacción humana, que más que significativa, es fundamental.
«Es común ahora que la mamá recoja a su hijo en el colegio y en vez de preguntarle qué aprendió, le ponga una película en el DVD del coche; ahí se rompe un proceso de comunicación que es vital para el futuro del niño.
Una película en el DVD del coche; ahí se rompe un proceso de comunicación que es vital para el futuro del niño.
Según Amaya el niño sólo puede aprender si, además de observar, también descubre, manipula y pregunta, y en el hogar existe un espacio estupendo para que realice todo esto: la cocina.
«Es un laboratorio interesantísimo, porque ahí encuentra olores, sabores, colores, formas, tamaños, y son tantos, que la mamá puede usarla como un centro de estimulación temprana; el niño puede agarrar un huevo y ver que es blanco, ovalado y luego verlo estrellado», detalla.
Aprender, jugar y experimentar
Hay programas didácticos dirigidos a menores de 2 años que enseñan conceptos por medio de imágenes, música, color y formas, que pueden formar parte importante de su desarrollo intelectual y social, dice Humberto Téllez, profesor de la Facultad de Psicología de la UANL.
«Estas series comunican información a los niños y presentan objetos o situaciones a las que difícilmente los podríamos llevar para que las experimenten, como al mar, las nubes, o al lado de un elefante, por lo que fomentan su imaginación y creatividad», explica el ex presidente de la Asociación de Psicólogos Escolares.
A esta edad, menciona el experto, el mundo del infante gira alrededor de la exploración y el juego, siendo el resultado de ambos un aprendizaje que en estos segmentos encuentra un buen aliado.
Los padres deben verlos y compararlos para saber cuáles convienen a sus hijos, de acuerdo a su edad y contenido, y posteriormente hacer una selección, explica el coordinador del departamento de psicología general de la facultad de la UANL.
Diviértete con tus hijos
Éstos son algunos programas cuyo contenido es didáctico y ameno.
Plaza Sésamo
Pionera en la televisión educativa contemporánea, esta popular serie comparte valores y conceptos básicos del aprendizaje, por medio de divertidos personajes que educan entre juegos y canciones.
World World
Dog, Duck, Ant, Bear, Frog, Sheep y Pig buscan solucionar problemas con el poder de las palabras. Deben colocar las letras en el orden correcto para escuchar los sonidos y la pronunciación en inglés.
Pocoyó
Narra las aventuras de un niño llamado Pocoyó, quien está descubriendo el mundo e interactuando con él. No está solo, le acompañan sus amigos: Pato, Elly, Pajaroto y su mascota Loula.
Dino Dan
Es un chico con mucha creatividad que aprende y enseña acerca de la fantástica vida de los dinosaurios, además de llevar a cabo experimentos.
La Casa de Mickey Mouse
Utilizando conceptos básicos, como la identificación de formas, colores y números, se plantea algún problema sencillo a resolver con las herramientas que Mickey distribuye, una de ellas es sorpresa.
Dora La Exploradora
Esta niña latina viaja para encontrar un objeto perdido o auxilia a su amigo Botas en una misión. Dora pide a sus amiguitos televidentes que, con la ayuda de un mapa, le digan cómo llegar a su destino, mientras les enseña palabras en inglés.
Go Diego Go!
Se enfoca en un niño bilingüe, primo de Dora, que socorre a los animales en peligro, acompañado de Bebé Jaguar. También aparece su hermana Alicia, experta en computadoras. El programa incluye melodías y el aprendizaje del inglés.
Las pistas de Blue
El programa trata sobre una perrita azul, quien junto con su amo intentan descifrar distintos misterios en cada capítulo buscando pistas con el apoyo de los menores tras el televisor.
Manny a la Obra
Manny García es un niño bilingüe que con sus herramientas, que cobran vida, repara todo tipo de objetos en su taller. Para ello debe ir a la ferretería a adquirir lo necesario, a la vez que muestra la mejor manera de hacer la reparación.